Sonidos Infrasónicos

El término "infrasonidos" aplicado al sonido, se refiere a las ondas de sonido por debajo de las frecuencias del sonido audible, y nominalmente incluye cualquier cosa por debajo de 20 Hz.

Las fuentes de infrasonidos en la naturaleza son los volcanes, aludes, terremotos y meteoritos. La erupción del volcán de Fuego en Guatemala produjo sonido infrasónico de más de 120 decibeles en un rango por debajo de 10Hz. Las mediciones en el Monte Erebus, un volcán activo en la Antártida, dieron sonidos ultrasónicos muy fuertes, mientras que los sonidos audibles eran normales. Monitores de sonido en el volcán Sakurajima de Japón, midieron señales nítidas justo antes de una erupción. Las tormentas del océano y las olas, generan una gran cantidad de infrasonidos. Los primeros estudios de infrasonidos en los huracanes, ofrecen alguna esperanza de descifrar la firma del infrasonido de un huracán que se aproxime.

El seguimiento de los infrasonidos parece ser una de las mejores maneras para detectar ensayos nucleares atmosféricos. A partir de 2004 había 24 estaciones de monitoreo de este tipo, de un total proyectado de 60. Si bien no se han detectado pruebas nucleares, en 2003, 10 estaciones en los EE.UU. y Canadá detectaron la explosión del transbordador espacial Columbia. Una estación en Fairbanks, Alaska detectó la explosión de dinamita a cinco millas del detector.

En Teton Pass, Wyoming, se utilizan detectores de infrasonidos para detectar las frecuentes avalanchas y enviar señales de alerta.

Existe un número de animales que producen y utilizan sonidos en el rango de infrasonidos. Se han medido las retumbantes vocalizaciones de los elefantes, dando unas frecuencias tan bajas como 14 Hz, que fueron detectables en un radio de 10 km. Las observaciones del comportamiento de los elefantes, sugieren que responden a las ondas a través del suelo, antes de oirlos en el aire -esto es plausible, ya que las ondas viajan más rápido en un material sólido-. Las ballenas y los rinocerontes producen algunos sonidos de muy baja frecuencia. Las aves no voladoras casuarios de Papua, Nueva Guinea y Australia, emiten llamadas de baja frecuencia de unos 23 Hz.

Los fenómenos de aurora, generan infrasonidos por la expansión del aire que acompaña a las descargas eléctricas.